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domingo, 20 de marzo de 2011

La defensa de los servicios públicos pasa por la de sus empleados

En defensa de los funcionarios

"Precisamente ahora, cuando tenemos los mejores funcionarios de nuestra historia, los neoconservadores responsabilizan al Estado y a sus empleados de una crisis en la que nada tienen que ver y sí mucho que sufrir. El ciudadano que crea en la democracia no puede consentir el asalto de los que quieren sustituir a un policía democrático por un guardia de seguridad a las órdenes de un gran empresario del sector; no pueden permitir que se elimine al médico o al maestro público para poner en su lugar a un médico o un maestro sometido a los planes lucrativos de las empresas, porque las empresas sólo buscan el interés privado a costa de lo que sea, incluso de los servicios públicos. Al gestor privado no le importa el servicio que presta, sino la cuenta de resultados. Sustituir funcionarios por empleados de empresas gestoras de servicios no es más que un retorno a fórmulas medievales que más temprano que tarde pagaremos con un deterioro exponencial de los servicios que los hará absolutamente prescindibles e inviables. Hay una ecuación muy fácil de entender: En los servicios públicos externalizados, es decir privatizados, hay que sumar al coste normal de los servicios públicos, el beneficio del concesionario o gestor privado, que muchas veces alcanza un tercio del total. Ese beneficio del particular, no depara mejora ninguna para el ciudadano, sino que a la larga supone un empeoramiento del servicio y su inevitable encarecimiento, como ocurre actualmente en muchas ciudades dónde la privatización de los servicios de recogida de basuras está poniendo en serios apuros a las Administraciones locales y a la salud pública."


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