JESÚS RUIZ GALLEGO-LARGO( Madrid 20
ENE 2013-El País)
Pese al tiempo que llevamos sufriendo
estos ataques, siempre nos sorprenden con algo más dañino. Hace unos días la
Comunidad de Madrid impuso un recorte del 50% al complemento (insignificante)
que cobran los profesores por ser tutores: se pasa de 70 a 37,5 euros. Visto
así, parece ser un recorte más al que nos tienen acostumbrados.
Sin embargo, se trata de algo mucho
más grave. El trabajo en la tutoría, con el que ya intentaron acabar en el
curso pasado, es un puntal básico de la mejora de la calidad de un centro
educativo pues es el que permite, por ejemplo, un mayor contacto con las
familias, la detección de dificultades de aprendizaje o una mayor preocupación
por aquellos alumnos con problemas. Parece claro: se trata de desprestigiar la
tutoría como algo innecesario y con ello la educación pública, y son certeros
en sus ataques contra todos los aspectos fundamentales de la pública. No parece
difícil ver la intencionalidad de un modelo ideológico al que le molesta lo
público y que desde Madrid se pretende extender a otras comunidades.— Jesús
Ruiz Gallego-Largo. Profesor de Educación Secundaria.
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