Los estudiantes, los profesores (asociados y en prácticas) y el personal de administración y servicios de las universidades catalanas han sido los últimos en sumarse a las protestas contra los recortes. Lo han hecho cuando los equipos rectorales han empezado a plantear recortes en los presupuestos para el próximo curso. Y lógicamente se han sumado otras reivindicaciones como la supresión de la segunda convocatoria para aprobar las materias en las carreras de grado o la siempre temida, aunque nunca concretada, subida de tasas. Ayer expresaron su rechazo con una concentración en la plaza Sant Jaume de Barcelona que continuó con una marcha hasta la plaza Catalunya, para sumarse a los indignados que están acampados allí desde el día 15.
Tres mil personas desfilaron bajo una pancarta donde se podía leer: "Cap retallada es negocia". Bastantes estudiantes, que eran mayoritarios en la protesta (sobre todo de la UB y la UPC), llevaban birretes de papel y coreaban lemas como "No som clients, som estudiants", "Universitat pública i de qualitat" y otros más habituales de estas protestas: "Manos arriba, esto es un atraco" o "Menos policía y más educación". Muchos participantes llevaban pequeñas pancartas, al estilo de los acampados, con gran variedad de eslóganes: "Aprender es un sueño, no lo hagáis una pesadilla", "Les vostres retallades, les nostres misèries", "Mas-Colell, retalla´t els bigotis", "Arquitectura. 6 años de carrera, 2 de máster y 40 de paro", "No retalleu el nostre futur", "No a la privatització de les ments", "Prou precarietat: predocs. 900 euros", "Que la crisi no ens faci ignorants" o "Cum brossa".
Los concentrados lanzaron panfletos contra la llamada "Estrategia Universidad 2015", que a su juicio es un proyecto del Gobierno español para modificar el modelo de gobierno y de financiación de las universidades y para fomentar la competitividad entre los campus de excelencia internacional. / J. Playà
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