"Unos ocho millones de alumnos de enseñanzas no universitarias volverán en las dos próximas semanas a unos colegios e institutos golpeados por la crisis, los recortes y las protestas que los acompañan; la semana pasada ya ha habido pequeñas movilizaciones en Andalucía, Asturias y Cataluña que prometen ir a más en toda España. Porque este año ya no se libra nadie (o casi nadie) de la quema, ni la escuela pública, ni la concertada ni, por supuesto, los padres, que ven cómo se encarecen todos los productos y servicios escolares mientras merman o desaparecen becas y ayudas. Y todo ello se entremezclará, además, con la tramitación de una reforma educativa que pretende colocar una reválida al final de cada etapa y profundizar en itinerarios distintos durante la enseñanza obligatoria y cuya tramitación traerán consigo, sin duda, enconadas discusiones".
Pero que nadie se llame a engaño: este retroceso no es coyuntural debido a la crisis, sino que ésta se está utilizando como pretexto y coartada para llevar a la enseñanza pública hacia un camino sin retorno de degradación y marginalidad. Por ello desde el MSEPR estimamos que el curso debe comenzar como terminó, con la enseñanza pública movilizada.Todas las reivindicaciones y movilizaciones que surgen desde todos los ámbitos ,tanto sectoriales como de comunidades autónomas, deben iniciar con urgencia un proceso de confluencia y unidad en la perspectiva de una movilización general continuada apoyada por todos los sectores de las comunidades educativas y por la ciudadanía en general.
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